Monday, December 3, 2007

La foto-finish de Venezuela

Posiblemente, el resultado de la consulta popular sobre la reforma constitucional venezolana haya deparado el más imprevisto y oportuno de los finales. Descartada una amplia victoria de cualquiera de los dos bandos, una victoria amarga del "sí" por la mínima se habría interpretado en España y Estados Unidos como un fraude electoral (el presidente norteamericano sabe muy bien de qué estamos hablando) y, con gran probabilidad, un motivo para cuestionar la legitimidad del gobierno chavista y quién sabe qué más (quien crea que estoy exagerando, que recuerde las reacciones a la victoria de Hamás en las elecciones palestinas de 2006, por poner un ejemplo más reciente que los derrocamientos de Allende en Chile y Mossadegh en Irán o la victoria del FIS en Argelia).

Al parecer, el gran enemigo de la propuesta chavista ha sido la abstención, y sin embargo nadie ha salido a la palestra para decir que el resultado es una derrota de la democracia y la participación, cosa que ni siquiera sería descabellada.

En lugar de escuchar las reacciones de nuestros políticos cuando pierden una convocatoria (las más recientes son las que siguieron al fracaso de la Constitución Europea en Francia y Holanda: "no se ha explicado bien a los electores lo que significa", "hay que insistir en los aspectos buenos de la propuesta", "ha fallado la comunicación" y otras maneras de echar balones fuera), Chávez, a quien Aznar considera parte del "autoritarismo, populismo y regímenes dictatoriales", declara que ésta es una muestra más de la credibilidad de nuestras instituciones. Cada proceso de esta jornada electoral va a permitiendo que nuestra democracia continúe madurando. Es probable que el presidente venezolano intente otros caminos para llevar a cabo alguna (o todas) de las reformas que este proyecto incluía. Como no puede ser menos, el periódico global en español y otras aves de rapiña consideran que esa es una prueba del carácter antidemocrático y de mal perdedor de Chávez. Podrían decir lo mismo (pero no lo harán) de la nueva Constitución Europea, que al parecer se aprobará en los parlamentos nacionales, en lugar de arriesgarse a un segundo "no" popular.

1 comment:

Anonymous said...

Interesting to know.